viernes, 4 de septiembre de 2009

El día que

"El bebé tenía algodones en la nariz y la boca".
El perito criminalista de la policía de la provincia me lo dijo como al pasar, como si yo, que hace rato que ando investigando el tema lo supiera. Y yo no lo sabía porque al expediente todavía no lo vi y porque sobre esas cosas no anduve preguntado.
"El bebé estaba con la mamá...con ella en la cama; creo. Sí, creo que así".
A mí se me hizo como un viento en el pecho que me subió hasta la garganta y casi me ahoga. En ese momento, las víctimas dejaron de algún modo de ser las víctimas y se volvieron gente, gente con nombre a la que ya empezaba a imaginarle la cara, la risa; sobre todo en los niños. Gente que está muerta y sobre las que yo escribo.

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