Lo logré, el juez que entendió en la causa penal me recibe la semana que viene, eso dijo...espero sea cierto. Ahora mi problema es la forma, es que la forma me tiene obsesionada y sin dormir. Saer decía que si una novela no presenta un desafío no vale la pena y que la forma es ese desafío. Así que con las palabras de Saer como consuelo me siento y hago dibujitos para representarme la estructura y al final y por ahora, el asunto quedó más o menos así: un punto central del que salen o al que llegan líneas rectas, algo así como los rayos de la rueda de una bici. Es que la pienso como historias (la de los distintos personajes) que han de confluir en en el centro, es decir en los crímenes que será el punto en común en la vida de todos ellos.
Digo personajes porque la historia es real pero los personajes no, los personajes son como el monstruo de Frankestein.
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