La enfermería

Resulta que al Chajá había que cuidarlo, resulta que debido a eso:
" la enfermería es un sector donde hay un consultorio médico y arriba tiene 2 piecitas, como de aislamiento, con 4 o 5 camas como para internar. Pero en realidad no se interna a nadie porque con los medios que hay es imposible. Si el tipo tiene que estar internado no puede estar ahí. Siempre existió esa sala de internacion y a una de esas piecitas se la dieron a él, porque había que cuidarlo de los otros. Ahí no hay nunca internos".

La escena

“Nosotros fuimos bastante a contemplar, a mirar, a observar desde una perspectiva clínica porque muchas veces un gesto una postura una no palabra, dice mucho más que un discurso, que una verborragia. Ella fue más bien inhibida, muy introvertida; tímida. Sabía a lo que venía, sabiendo que todo esto era a favor, tocar remover, estar dispuesta a que otras manos, otros ojos, otras voces, la interpelaran, para ella tenía que ser naturalmente intimidante y por sobre todo reactualizante del horror. Esa es la impresión que me quedó, no recuerdo haber hecho demasiadas intervenciones porque como que no podíamos, no podía. Las intervenciones eran más bien el poder escuchar lo poco que ella dijo y el poder mirar, el poderla ver, me parece que esa es la escena: el poderla ver, creo que esa es la escena, la escena que yo recuerdo”.

La entrevista

“Estuvimos con R. y P. De alguna manera cada uno de nosotros (yo al menos) tuvimos que prepararnos psicológicamente, anímicamente, porque se trataba de tener que entrevistar una niña todavía una adolescente jovencita. Fundamentalmente eso. Entrevistamos también a los abuelos y al papá que no estaba en la casa; era camionero. El cuadro en el cual tiene que haberse desarrollado ese magnicidio se podría decir, fue espeluznante, por los relatos especialmente de esta niña que es la única sobreviviente de todos.
Pudimos ver una criatura marcada por un terrible hecho que fue vivido en su propio cuerpo en su propia vida; y también el terror y además la angustia ante la pérdida, la angustia y el horror; porque le tocaba a ella también”.
Nosotros después nunca la vimos, esta criatura en su momento, por supuesto una chica tímida, introvertida, no fue mucho lo que ella pudo hablar, más que nada fue una entrevista bastante silenciosa”.

Admitiendo

"Cuando mataron a Marcos Sánchez en Las Flores, uno de los ejercicios comunes es elegir un pabellón y requisar buscar algo que tenga que sea peligroso, y hace 9 años atrás uno de nuestros compañeros murió de un tiro y nadie nos saca de la cabeza que ese arma la entro un penitenciario.
Es más estúpido negarlo que admitir que hay gente así"

Los diálogos

Si bien la voz del Turco, su cuerpo, y hasta como huele lo tengo en claro, resulta que se me han complicado los diálogos porque no conozco la jerga (sí ya sé, debí mirar Tumberos, en eso estoy) así que estoy trabada adentro del penal mirando y viendo cómo hablan y hasta sé de qué hablan pero no los escucho...justo los diálogos, a mí, que estaba convencida de que eran mi fuerte.

El comida

Las celdas están separadas por un pasillo de unos dos metros de ancho. Las celdas tienen puertas ciegas con unas pequeñas ranuras rectangulares (porque a ventanas no llegan) por donde se les entrega la comida a los internos. A las 2 de la tarde se los encierra y se les entrega la comida uno por uno, en sus celdas y a través de esa ventana-ranura, después cuando todos tienen sus platos y su pan se abren las puertas de las celdas. Lo hacen así para evitar que alguno arguya que no se le ha dado de comer. Después ...bueno, después que cada uno se las arregle.

La conversión

Parece que el Chajá mientras estuvo en Coronda, después que lo dieron de alta, porque ni bien lo capturaron fue a parar al Cullen porque estaba herido, decía, que se sabe, auque de eso solo se hable en voz baja, que S. lo visitaba con el objetivo de lograr una conversión, conversión a qué me pregunto ¿a cuerdo?, porque el Chajá es un psicópata en fin...S. lo visitaba y los guardias lo llamaban caperucita roja porque iba con una canasta con comida porque decía que lo que le daban de comer al "interno" era de mala calidad, en fin...otra vez en fin...parece que después de un tiempo, que no debió ser demasiado largo, el Chajá se pasó al bando de los creyentes y como buen psicópata de volvió místico. Un periodista amigo que anda tratando de convencerme para que me vaya al Chaco a entrevistarlo me contó de los cuchicheos con doble intención sobre aquellas reuniones entre los dos (..............) que corrieron por Coronda hasta que a Ferreira lo trasladaron porque se enteraron de que planeaba fugarse ...

El carisma

Dicen que los internos son muy carismáticos, simpáticos, como quien dice compradores.
¿Por qué los presos (todavía me cuesta a llamarlos internos) no comen matambre?
Porque habría que comprar una media res más o menos cada cuatro hombres, es decir... yo no hago cuentas desde que dejé la profesión pero toda regla tiene su excepción así que serían como doscientas para 800 presos.
Cuentan que un juez de ejecución penal, nuevecito, entró a ejercer el cargo a Las Flores y que los internos le reclamaron porque nunca se les servía matambre, así que el juez abrió un expediente para investigar el caso.
¿Por qué no se les da matambre a los internos si ustedes comen matambre?, le preguntó a un celador
Mire lo único que se me ocurre es que para 600 internos habría que juntar 120 medias reses.

Reflexión de L.
"Fíjese Marianela hasta dónde llega el carisma que puede hacerle meter la pata a cualquiera"

No me pregunten

No me pregunten más por qué la masacre de Recreo porque no lo sé.
No me pregunten más por qué no escribo sobre maripositas danzando en la tarde primaveral santotomesina porque no lo sé.
No me apregunten por qué no escribo poemas para el día de las madres, padres, abuelos, maestros, niños, primavera, etc, etc, etc, porque no lo sé.
No me pregunten más por qué mis personjes son gente a la que la vida les pasó por arriba porque excepto que se trate de un águila, a los demás la vida nos pasa por arriba.

Colaterales

¿Colaterales? pero qué palabra más rara se me ha ocurrido usar...bien...Carlos Spitzer, psiquiatra, perito de parte del caso, me contaba sobre aquel día en que llevaron adelante la pericia psiquiátrica, y de pronto, los ojos se le llenaron de lágrimas "ella le decía señor, señor, le decía señor a ese hijo de puta ¿Te imaginás?", me dijo y su gran nariz se le puso roja. Es que al recordar a Claudia, recordarse escuchándola, viendo a sus colegas tan conmocionados como él, aquel día, cuatro años después de los hechos, porque la pericia psiquiátrica a la víctima sobreviviente de los asesinatos se hizo cuatro años después, le había traído al pesente y en forma viva, la misma sensación de desamparo y horror que seguramente sintió Claudia aquel día fatal.

Entonces yo le dije que me hablara de su profesión, que me contara cómo ha sido para él esa vida suya dedicada a "los locos", como él los llama con un afecto que se le nota en la mirada y la sonrisa.

"Que pase el loco que sigue", solía decirles recostado en el marco de la puerta de su consultorio en el hospital.

Y esos con los "colaterales"( sigo pensando que la palabra que elegí es rara). Uno va por un hecho puntual y se encuentra con una vida y con un mundo desconocido y fascinante y conmovedor y...¿y ahora cómo hago para pasar ese mundo por alto y no incluirlo en la novela?

Lo más doloroso Carlos, le dije: Cuando llegué y dos enfermos que estaban en una sala de aislamiento se habían quemado vivos.

Lo más alegre, dije después: Cuando me reintegraba, después de diez años de ausencia por cuestiones de salud y una paciente, a la que llamábamos la muda porque nunca había hablado se acercó en su silla de ruedas y al verme dijo Carliiitooosss!!! La muda habló para nombrame ¿Entendés? Sí Carlos, entiendo.

La nebulosa

Hay un momento, al principio, en que todo parece confuso. Es como andar en la niebla, los personajes son sombras de bordes difusos, sus voces no son claras. Por momentos todos hablan igual todos piensan igual o se ponen a hablar como uno, a moverse como uno, a pensar como uno. Todos miran las mismas cosas y creen en lo mismo. Es el momento en que uno piensa que no lo logrará, el momento en que uno ve la enormidad, ve lo inabarcable y quiere irse; pero se queda.
Se queda y anda entre esos personajes que todavía no son personajes; son desconocidos hostiles, clones unos de otros y hasta de uno mismo.

Sobre el piso

Me preguntó y vos qué hacés y yo tuve unas ganas bárbaras de decirle "nada". Yo no hago nada. Escribo. No hago nada. Pero le dije, le dije alguito resumido de mis trabajos de los últimos años y le dije de los proyectos para la novela ta ta ta... tá. Y entonces me dijo: ¿sabés que el Chajá se acostaba en el piso para declarar?
No; no sabía. Parece, según este periodista retirado, que el Chajá tenía la convicción de que debía actuar para parecer loco y solicitaba a la fiscal declarar acostado sobre el piso (yo no sé porque todavía no conseguí el expediente, así que sigo trabajando como si armara un rompecabezas con fichas que están dispersas por todos lados, lo que no deja de ser interesante).
Volviendo al Chajá, un psiquiatra me dijo una vez (no voy a contar en qué circunstancias) que si hay algo de lo que ciertos locos están totalmente seguros es de que son cuerdos. Así que no es de extrañar que alguien que posteriormente sería calificado de psicópata peligroso (otra vez no tengo el término preciso por no tener el expte.) creyera que debía "hacerse el loco".

Los ríos

Cualquiera que viva en Santa Fe sabe que los ríos no son solo parte del paisaje. Escuchando la radio oigo a un santafesino que hace ya muchos años vive en Buenos Aires; y este hombre estaba casi emocionado porque al levantarse y encender la radio lo primero que escucha es el informe de la altura de los ríos ... es que lo que para nosotros es lo habitual para otros es lo que nos distingue y hasta nos hace únicos. Todo esta perorata para darme cuenta y entender que es ahí, en cosas como esa, donde hay que poner la mirada como narrador para construir a Santa Fe como personaje. Mirar la ciudad y la provincia desde afuera, exagerando, como si en lugar de santotomesina fuera extraterrestre.

La ciudad

El Turco tiene voz y cuerpo y mujer y un auto viejo y una forma de pensar de moverse de mirar... me convence.


Ahora bien...Santa Fe tiene que ser un personaje también, a eso lo tenía en claro desde el comienzo. El asunto es cómo la sumo, no basta una descripción, más bien sobraría una descripción estática que en realidad uno tendería a saltar para seguir la acción, así que Santa Fe se tiene que mover, tiene que respirar, que hablar. La pregunta es cómo.

El Turco

El despertador sonó a las cuatro y media pero hacía un par de horas que estaba despierto con la espala pegada a las sábanas a pesar del acondicionador de aire. Tomar el cambio de guardia a las seis los días domingo no es algo que se me haya hecho hábito. Los domingos el penal es un mundo de gente. En realidad desde la noche anterior las mujeres de los presos ya hacen cola para la visita, a veces se pelean en la cola por ser las primeras en entrar, entonces hay que andar separándolas y largarse algunas patadas al aire, por no hablar de las puteadas.

Resulta que

Resulta que hasta ahora me habían dicho que Claudia estaba retenida en una habitación contigua mientras se producían los asesinatos. Resulta que los testigos se contradicen en algunas cosas. Resulta que la casualidad me puso en contacto con el que fue el abogado defensor del que sería ¿cómplice? del Chajá, que es quien retiene a Claudia en ¿su casa? que dista dos de aquella en la que se produjeron los asesinatos ¿El supuesto cómplice sabía qué estaba haciendo Ferreira mientras él retenía a Claudia? ¿Él también violó a Claudia?
Resulta que tengo muchas preguntas que aguardan su respuesta, sobre todo de los detalles que se contradicen. Cuesta separar la paja del trigo.
Resulta que como el caso está todavía sin reolver en lo civil acceder al expediente viene siendo un esfuerzo hasta ahora inútil y te enterás de cosas como que el Chajá se fujó porque lo dejaron salir a comprar el pan, y te quedás helado y después te enterás por otro como fue realmente la cosa y entonces...entonces a la marcha se suman las contramarchas.
Resulta que me dijeron que conseguir el prontuario sería fácil porque se había suicidado y resulta que está en un penal de máxima seguridad en el Chaco y hasta se ha casado. La versión era tan fuerte que algunos periodistas con los que lo comenté me dijeron "sí yo ya lo sabía"
Así que aunque el testigo (entrevistado) sea confiable en principio, de ahora en más tengo que andar corroborando lo que me dicen y cruzando las respuestas. Claro que todo sería más fácil con el expediente que ya hasta sueño con los cinco cuerpos que sé que tiene.

B.

La entrevista a B. -digo de paso que no me hago la enigmática sino que la mayoría me pide que no los nombre-.
Importante:
Toledo atada y amordazada. Según ato cabos con informe periodístico, ocho puñaladas y degollada.
Los niños sobre las camas, como si durmieran.
Habitación: 1 cama simple; 1 cucheta.
Toledo irreconocible.
Claudia no estuvo allí, sino dos casas más al ¿oeste? (corroborar).
Si no consigo que me faciliten el expediente esto se pone complicado.
Me inagino la escena, esa escena que vio Amancio Alem y que no fotografió. Aunque en sus pesadillas, durante años, lo haya hecho después.

Tiene que ver con nosotros

Analizando la información que voy recogiendo pensaba que la fuga del asesino, el que produjo lo que periodísticamente se llamó La masacre de Recreo, me refiero a Marcelo "el Chajá" Ferreira, tiene mucho que ver son nosotros, nuestro sistema penitenciario y más concretamente con la estructura edilicia de los penales; y mientras lo pensaba con la radio encendida escucho al Coni Cherep que hablaba con un celador del servicio penitenciario por un problema en la cárcel de Piñeiro y al final, el Coni decía; "no tenemos cáceles suizas y presos sudamericanos, tenemos presos sudamericanos y cárceles sudamericanas", que era justamente en lo que yo pensaba mientras repasaba la forma en que el Chajá se fujó de Las Flores en diciembre de 1995. El tipo estaba en contacto con los celadores y los guardias no porque los celadores y los guardias tuvieran ganas de convivir con él, sino porque no tenían dónde meterlo porque el penal no está preparado para que un interno (esta es la forma políticamente correctamente de llamarlos) como Ferreira, que no podía convivir con los demás reos porque eso le hubiera ocasionado que lo matesen, tuviera dónde cumplir su condena.

La forma

Lo logré, el juez que entendió en la causa penal me recibe la semana que viene, eso dijo...espero sea cierto. Ahora mi problema es la forma, es que la forma me tiene obsesionada y sin dormir. Saer decía que si una novela no presenta un desafío no vale la pena y que la forma es ese desafío. Así que con las palabras de Saer como consuelo me siento y hago dibujitos para representarme la estructura y al final y por ahora, el asunto quedó más o menos así: un punto central del que salen o al que llegan líneas rectas, algo así como los rayos de la rueda de una bici. Es que la pienso como historias (la de los distintos personajes) que han de confluir en en el centro, es decir en los crímenes que será el punto en común en la vida de todos ellos.

Digo personajes porque la historia es real pero los personajes no, los personajes son como el monstruo de Frankestein.

El día que

"El bebé tenía algodones en la nariz y la boca".
El perito criminalista de la policía de la provincia me lo dijo como al pasar, como si yo, que hace rato que ando investigando el tema lo supiera. Y yo no lo sabía porque al expediente todavía no lo vi y porque sobre esas cosas no anduve preguntado.
"El bebé estaba con la mamá...con ella en la cama; creo. Sí, creo que así".
A mí se me hizo como un viento en el pecho que me subió hasta la garganta y casi me ahoga. En ese momento, las víctimas dejaron de algún modo de ser las víctimas y se volvieron gente, gente con nombre a la que ya empezaba a imaginarle la cara, la risa; sobre todo en los niños. Gente que está muerta y sobre las que yo escribo.

La idea

Me preguntaron por qué la masacre de Recreo y no supe qué contestar. En realidad buscaba un tema para una novela porque entiendo que es el paso próximo y necesario en mi andar por la escritura. Así que pensé que un crimen, un crimen atroz, ocurrido en la zona, era una alternativa buena como argumento. Claro que las cosas comenzaron a complicarse ni bien empecé a ahondar en el asunto.