La escena

“Nosotros fuimos bastante a contemplar, a mirar, a observar desde una perspectiva clínica porque muchas veces un gesto una postura una no palabra, dice mucho más que un discurso, que una verborragia. Ella fue más bien inhibida, muy introvertida; tímida. Sabía a lo que venía, sabiendo que todo esto era a favor, tocar remover, estar dispuesta a que otras manos, otros ojos, otras voces, la interpelaran, para ella tenía que ser naturalmente intimidante y por sobre todo reactualizante del horror. Esa es la impresión que me quedó, no recuerdo haber hecho demasiadas intervenciones porque como que no podíamos, no podía. Las intervenciones eran más bien el poder escuchar lo poco que ella dijo y el poder mirar, el poderla ver, me parece que esa es la escena: el poderla ver, creo que esa es la escena, la escena que yo recuerdo”.