Kostelac, conocido como Pelano, vivía en la casa de al lado de las víctimas. Él retuvo en su domicilio a Claudia. Allí Ferreyra abusó nuevamente de ella después de cometer los asesinatos. Los diarios de la época dan cuenta de que Pelano era un proxeneta conocido en Recreo. Incluso se habla sobre una venganza por no poder "capturar" a Claudia para el "negocio".
Kostelak fue condenado a 6 años de prisión en suspenso por su participación en los hechos de la fuga, es decir ocultar a Ferreyra en su casa. Él decaró que lo hizo amenazado y por temor. Poco tiempo anduvo libre porque unos meses después fue encarcelado, acusado por el delito de aborto. En la actualidad se encuentra libre.
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