Diciembre de 2006:
Tomás
Es, mediados de diciembre de 2006; probablemente sean las cuatro treinta o cinco. Tomás; Cipriano Tomás, está acostado boca arriba con los brazos cruzados sobre la cabeza. La braza del cigarrillo oscila adelante y atrás, adelante y atrás, a pocos centímetros de la nariz. Inhala, y de la braza se desprenden pequeñas lucecitas anaranjadas y rojas.
Se levanta y se acerca a la ventana abierta. La luna está sobre el sauce. Iluminada por esa luz irreal, la tierra reseca del patio, sin una brizna de pasto, no se parece a nada que él haya visto antes.
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